Como emprendedora, he de decir que este es el camino más difícil que uno puede elegir: los días a veces son de muuuuchas horas laborales, no hay aguinaldo, si no tenemos quién nos cubra es complicado planear vacaciones (MUY necesarias), y somos esas personas que “nunca pueden” porque siempre tienen mucho que hacer.
Cuando estoy en actividades conversando con otros emprendedores de cualquier tipo, todos coincidimos en que somos como una máquina que no se apaga, siempre pensando, siempre ejecutando, siempre viendo posibilidades de qué más hacer y cómo podemos revolucionar el entorno en el que nos movemos.

Después de varios golpes contra la pared, uno que otro éxito y algunos buenos intentos (y otros no tanto ), estas son las lecciones más valiosas que aprendí este año:
- Trabajo únicamente con quien valore mi trabajo: Si un cliente sabe que mi trabajo es de calidad y lo que implica realizarlo, así como mi compromiso para que el resultado sea el esperado, sabrá lo que vale y tratará con respeto los acuerdos, los tiempos y la inversión.
- No fuerzo las cosas: A veces tratamos de hacer que algo funcione de todas las maneras posibles, pero desde un inicio algo nos dice que no va a funcionar. La lección más importante de esto es: Siga ese instinto y no fuerce las cosas. “Si no calza, es porque no es la talla correcta” dice un dicho por ahí.
- Cuido mi recurso más valioso: El tiempo. En la era en la que el tiempo es un lujo, me aseguro de invertirlo de la mejor manera: leyendo, aprendiendo, compartiendo, disfrutando…y procuro que sea con las personas que me llenan, que me nutren y que están a mi lado. Una de las personas que conocí este año que comparte esto conmigo es Juan José Muñoz, quien a través de su plataforma Épico Podcast (Spotify) y sus redes, presenta a emprendedores y brinda servicios de consultoría para emprendedores. Recomendadísimo.

- No pretendo más de lo que humanamente puedo hacer: Quiero hacer 30 cosas, pero dando todo mi mayor esfuerzo solo puedo lograr 15, si en una semana algo sucede que me impide alcanzar ese máximo potencial, lo acepto, lo entiendo y me doy el chance de llegar a 12 si eso es todo lo que se pudo hacer en las mejores condiciones. Nada pasa, la próxima podré llegar a las 15 :). Un ejemplo de trabajo duro es Joseph Rufino, de quien estoy muy orgullosa porque va tras sus sueños todos los días, es constante, disciplinado y su esfuerzo está viendo los frutos.

- Tengo derecho a no hacer nada de vez en cuando y no sentirme culpable: Hacer tanto (o al menos tratar de, jaja) todos los días requiere de espacios de libertad absoluta (recreación, paseo, hobbies, vida social, ejercicio…), porque ahí es donde el cerebro recarga y tiene más energía y fuerzas para seguir produciendo. Así que este 2019 aprendí a darle el espacio a mis entrenamientos, a no posponer citas con amigos y a sacar un ratito para dibujar y otras pasiones que me hacen feliz. Mi mejor ejemplo para esto fue Tatiana Marín, que siendo madre, profesional, esposa, hija y mil roles más logra todos con un perfecto balance. <3

- No se puede todo a la vez: Hace poco mi nutricionista (Gaby, The Pancake Chic), me dijo: no se puede estar enfocada en el trabajo, estar perfecto económicamente, físicamente y emocionalmente. Tenemos que elegir y aceptar, la vida es cuestión de balance y cuando ponemos nuestras prioridades sabremos qué estamos dispuestos a hacer por lograr lo que anhelamos, y lo que sea que obtengamos será producto de nuestras decisiones. 🙂

- No está nada mal soñar y darse un break en medio de un aeropuerto: En esas 3 hrs de espera en aeropuerto en febrero, rumbo al taller de Visual Merchandising en Guatemala, surgió la idea de hacer Intrépidas y Empoderadas junto a Lau Vásquez de Crema y Naranja. En marzo reunimos a 30 mujeres, 4 speakers y creamos un evento para mujeres emprendedoras que merece la pena repetir <3.

- La salud mental va antes que cualquier pendiente: Fui a ver The Joker con mi amiga Yess de The Shabby Chic House, y pasó una semana y seguíamos reflexionando al respecto. Necesitamos ser más tolerantes, más cercanos, tener más conexión física y ver a través de los ojos de la otra persona. Yess hizo un taller al respecto completamente gratis, porque sintió el compromiso de ayudar a quienes respondieron a algunas preguntas que hizo en redes acerca de la salud mental y el uso de psicotrópicos. A pesar de vivir esto en “cabeza ajena”, ella me dejó una lección para toda la vida. Para la foto de abajo, trabajamos con Pao de Tiquicia Shot, quien es una muestra perfecta de una persona agradable, profesional, y apasionada por lo que hace.

- Ser agradecido con quienes están ahí para uno: He tenido la dicha de contar con muchas personas alrededor que me apoyan, me levantan y me hacen sentir especial, esas personas saben que siempre estaré para ellas, desde la familia hasta amigos que hice en el camino. Una de estas personas es Luis Castro, quien este año que entra precisamente entrará con un relanzamiento de su plataforma Random Pocket.

- Los espacios de tiempo con uno mismo son necesarios: Tal y como cuando se escucha mucho ruido y buscamos paz, yo busco espacios de música o arte para conversar conmigo misma, reflexionar y pensar, y si en el camino conocí personas interesantes, aún mejor. Mi mejor ejemplo es el cantautor Tato Quesada, quien además de ser un artista muy talentoso, cuestiona el cambio como algo inevitable, lo cual que comparto a totalidad. “Entonces por qué dudar del cambio, si todo el día todo está cambiando”, dice en su canción “Cambia”.

Me encantaría saber qué lecciones has aprendido vos en este año y que podamos crecer juntos. Así que contame en los comentarios <3
Me encanta poder cerrar este año llena de proyectos y entusiasmada por lo que viene. Dicen que no importa tirarse al agua si uno tiene un poco de miedo, lo importante es hacerlo, y yo llevo tennis de correr, por si hay cuestas, que nada me frene ;). ¡Te deseo un exitoso 2020! ¡Que nada te detenga, que aprendás, que crezcás y que seás muy muy feliz! (Si ocupás una mano para verte aún más espectacular, ya sabés dónde buscarnos- aquí). O bien escribime por WhatsApp al tel 8313-4650.

Escribo pronto, un abrazo!
Jessi