La moda es una forma de expresión, de comunicación y de creatividad. Cada temporada, las pasarelas nos muestran las últimas tendencias que marcarán el ritmo del mundo de la moda. Sin embargo, no todas las tendencias son adecuadas para todos los tipos de cuerpo, de personalidad o de ocasión. Por eso, es importante saber cómo adaptar las tendencias de la moda a tu estilo personal y profesional, para sacarles el máximo partido y sentirte cómodo y seguro con tu imagen.
El estilo personal es el conjunto de rasgos, gustos y preferencias que definen tu forma de vestir y de proyectarte al exterior. El estilo personal refleja tu identidad, tu personalidad y tu forma de ser. Por eso, es importante que elijás las prendas y los accesorios que mejor te representen y te favorezcan, sin dejarte llevar por modas pasajeras o por lo que dicten los demás.
Para adaptar las tendencias de la moda a tu estilo personal y profesional, debés tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Conocé tu tipo de cuerpo y tus puntos fuertes. Cada persona tiene una forma y unas proporciones diferentes, que determinan qué tipo de prendas le sientan mejor o peor. Por ejemplo, si tenés el cuerpo en forma de reloj de arena, te favorecerán los vestidos ajustados en la cintura, las faldas lápiz o los pantalones rectos. Si tenés el cuerpo en forma de triángulo invertido, te favorecerán las blusas con escote en V, las chaquetas entalladas o los pantalones acampanados. Lo valioso es que resaltés tus atributos y disimulés tus defectos, eligiendo las prendas que mejor se adapten a tu silueta.
- Conocé tu paleta de colores y tus contrastes. Cada persona tiene un tono de piel, de cabello y de ojos diferente, que determina qué colores le favorecen más o menos. Por ejemplo, si tenés la piel clara, el cabello rubio y los ojos azules, te favorecerán los colores fríos, claros y pastel, como el azul, el verde o el rosa. Si tenés la piel oscura, el cabello negro y los ojos marrones, te favorecerán los colores cálidos, oscuros e intensos, como el rojo, el naranja o el morado. Lo importante es que elijás los colores que armonicen con tu tono natural y que creen un contraste equilibrado entre tu rostro y tu vestuario.
- Conocé tu personalidad y tus gustos. Cada persona tiene una forma de ser, de pensar y de sentir diferente, que determina qué tipo de prendas le gustan más o menos. Por ejemplo, si sos una persona extrovertida, creativa y divertida, te gustarán las prendas originales, llamativas y con estampados. Si sos una persona introvertida, discreta y seria, te gustarán las prendas clásicas, sobrias y con colores neutros. Lo importante es que elijás las prendas que reflejen tu carácter y que te hagan sentir cómodo y seguro con tu imagen.
- Conocé tu trabajo y tus objetivos. Cada trabajo tiene unas características, unas funciones y unas metas diferentes, que determinan qué tipo de prendas son más o menos apropiadas. Por ejemplo, si trabajas en un banco, en un despacho o en una oficina, deberás vestir con un estilo formal, elegante y conservador. Si trabajás en una tienda, en un taller o en un estudio, podés vestir con un estilo informal, casual y creativo. Lo crucial es que elijás las prendas que se ajusten a las normas y al ambiente de tu trabajo, y que transmitan una imagen profesional, competente y confiable.
Una vez que conozcas estos aspectos, podés adaptar las tendencias de la moda a tu estilo personal y profesional, siguiendo estos consejos:
- Elige las tendencias que más te gusten y que mejor te sienten. No tenés que seguir todas las tendencias ni renunciar a todas ellas. Lo ideal es que seleccionés aquellas que se adapten a tu tipo de cuerpo, a tu paleta de colores, a tu personalidad y a tu trabajo, y que las combinés con otras prendas básicas o atemporales, que nunca pasan de moda. Por ejemplo, si una de las tendencias de la temporada son los pantalones de cuero, podés combinarlos con una camisa blanca, un blazer negro y unos zapatos de tacón, para crear un look formal y sofisticado. O podés combinarlos con una camiseta estampada, una chaqueta vaquera y unas tenis, para crear un look informal y desenfadado.
Fuente: Freepik
- Añade tu toque personal y diferénciate del resto. No tenés que copiar las tendencias tal y como las ves en las revistas o en las redes sociales. Lo ideal es que les des tu propio estilo y que las personalices según tus gustos y preferencias. Por ejemplo, si una de las tendencias de la temporada son los vestidos florales, podés elegir el tipo de flores, el corte, el largo y el color que más te gusten, y añadirle algún accesorio o complemento que te identifique, como un sombrero, un cinturón o un collar.
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- Adapta las tendencias a cada ocasión y contexto. No tenés que vestir igual todos los días ni en todas las situaciones. Lo ideal es que adaptés tu imagen al momento y al lugar en el que te encuentres, teniendo en cuenta el grado de formalidad o informalidad, el tipo de actividad o evento, el clima o la estación del año. Por ejemplo, si una de las tendencias de la temporada son las camisas oversize, puedes llevarlas con unos pantalones anchos y unos mocasines, para ir a trabajar. O puedes llevarlas con unos shorts vaqueros y unas sandalias, para ir a la playa.
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Siguiendo estos consejos, podés adaptar las tendencias de la moda a tu estilo personal y profesional, sin perder tu esencia ni tu personalidad. Recuerda que la moda es una forma de expresión, pero también una forma de diversión. Así que no tengás miedo de experimentar, de innovar y de disfrutar con tu imagen.
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